lunes, 23 de junio de 2008

Noche de San Juan

Cuando era pequeña, me encantaba ir esta noche con los aitás, mi hermana Margary y mis hermanos Josu y Patxi a la hoguera de San Juan. Era mágico ver como ardían todos los trastos, maderas, muebles viejos, árboles y ramas... una gozada. Desconocía el significado de aquel rito, pero me parecía algo sorprendente, quedaba como himnotizada mirando las llamas. Disfrutaba con el espectáculo, gozaba mirando como saltaban los chicos y algunas chicas sobre el fuego, y lo mas espectacular: permanecía en la calle por la noche, hasta altas horas... con mis amigas y amigos del barrio...
Todo aquello queda lejos, muchas amigas ya no están. Charo, que nos conocimos con tres años, en la llamada "kakatien eskola" (con perdón) de Santa Bárbara, murió hace dos años, Loli, Juana y Juan Antonio tampoco están ya. Tampoco está ya mi prima Maite, pero ella no venía a nuestra hoguera. No está mi padre... no está mi padre.
Pero mi madre está, Margary también (y llegó Karmele mi sobrina), está Josu el yerbas, Patxi, Estibalitz y viene de camino para octubre Maritxu. Viky sigue... Nerea está fenomenal. Noemí y Carlitos...
Y estás tú. Te tengo a tí... sobre todo te tengo a ti... y también a mí.