domingo, 17 de mayo de 2009

Una novia preciosa



Karmele y Rubén ya se han casado. Ahora mismo andan por el Nilo. Estaba preciosa y su madre estaba guapisima. Todo estuvo fenomenal. Lo pasamos de maravilla todos y todas juntos. Bailamos hasta el final... y después mas, estuvimos en el Burunda. Y todo en torno a la bahía de Donosti.
¡El Ayuntamiento es tan bonito! Unas salas tan elegantes. El coro en el que canta mi hermano, y tío de la novia, cantó tan bien... Yo recordé al aitá, mi madre debió estar pensando en el, no ha visto la boda de su nieta, el pensaría que de su única nieta... no ha conocido a Maritxu. Unos llegan y otros nos iremos marchando.
Maritxu es la alegría en danza. Continuamente ríe, baila, sonríe, salta de uno a otra... bueno yo me aproveché todo lo que pude para tenerla en mis brazos.
Todo eso es lo que extraño en Madrid. Todo ello quiero tenerlo cerca para no sentir que pierdo algo continuamente. No soy de aquí, no quiero seguir en un lugar al que no pertenezco. Antes pensaba que eso no importaba, pero con el tiempo ha ido cobrando mayor importancia. Se diría que es esencial para mí ese sentido de pertenencia. Y en cuanto acabe con mi tarea me voy... y estoy a punto.