martes, 28 de abril de 2009

Granada

Viajamos a Granada con cierta frecuencia para ver a mi hija. Ha ido pasando el tiempo y ella sigue mejorando. Su adolescencia y su juventud fueron conflictivas. Cualquiera que hubiese estado en el lugar de ella y sus hermanas lo tendría complicado incluso en la actualidad.
Un sistema familiar es lo que tiene, te fortalece o te debilita y en ocasiones puede llegar a devastarte. Y la historia personal se ve implicada de los modos de estar en el mundo de nuestros antepasados. Del modo en el que hemos ido creciendo, del modo en el que hemos sido tratados.
Ella se ha ido convirtiendo en una mujer sensata, después de muchos errores, después de haber perdido el rumbo hasta enfermar, después de equivocarse y corregir, ha retomado su vida. El sentido de su actual vida le está llenando de culpa de la anterior, y es preciso que se libere de ella. Necesita nuevas esperanzas, pero ahora ella se tiene a si misma y nos tiene a nosotros.
A mi me encanta la ciudad de Granada, me encanta ir a ver a Viky; siempre es una alegría que acompaña a una tristeza...